viernes, 27 de febrero de 2015

ÁREAS DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA

Dentro de la Orientación Educativa, de forma simultánea y complementaria, se establecen los siguientes ámbitos de actuación:
  • Ayuda y asesoramiento en los procesos de enseñanza aprendizaje.
  • Orientación para el desarrollo personal y social.
  • Desarrollo cognitivo.
  • Orientación profesional y vocacional (desarrollo de la carrera).
  • Atención a la diversidad.

FUNCIONES DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA.

Como referencia vamos a partir de la propuesta que el profesor García Nieto, catedrático de Orientación Educativa, reseña en su Proyecto Docente (1999):
  • Función pragmática: está centrada en el diseño, planificación y estructuración de las actividades de orientación, teniendo en cuenta el contexto y los fines de la institución, así como los recursos de los que se dispone.
  • Función de diagnóstico o conocimiento: busca descubrir las necesidades, las características del alumnado, del individuo, de la institución, a través de los instrumentos de recogida de datos disponibles y adecuados.
  • Función de información: para realizar la transmisión de información, tanto académica, personal como profesional, e incluso medioambiental, a todo aquel que lo precise: alumnos, padres, profesores.
  • Función de asesoramiento: implica consulta, sugerencia, consejo, opinión razonada y razonable, tanto al estudiante, al profesorado y a los padres y madres, y atendiendo a aspectos académicos y personales en función de la situación concreta.
  • Función de intervención: realizando un tratamiento directo, cara a cara, o indirecto, a través de la mediación de otras figuras o agentes orientadores.
  • Función de coordinación y de mediación: garantizando la coherencia e integridad en la intervención.
  • Función de evaluación e investigación: está centrada en el análisis de la eficacia y eficiencia de la intervención, para promover las mejoras oportunas.
Basándonos en el Libro Blanco para la Reforma del Sistema Educativo de 1989, los equipos de orientación educativa y psicopedagógica tienen entre otras funciones las siguientes:
  • Colaborar con el profesorado en la elección de experiencias y actividades que favorezcan la integración, la autonomía, la autoconfianza, la consecución de hábitos correctos, el conocimiento mutuo y la igualdad de sexos.
  • Prevenir dificultades y cooperar en la mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
  • Elaborar programas de intervención específicos e individualizados.
  • Favorecer la inserción de los centros educativos en su entorno.
  • Colaborar con los centros de profesores y de recursos, con las universidades e instituciones de formación permanente en el asesoramiento y formación continua del profesorado.
  • Identificar recursos materiales y humanos de la zona y aprovecharlos al máximo.
  • Favorecer la comunicación entre los centros y las familias.
  • Colaborar con la administración en el análisis, investigación y evaluación del sistema educativo.
  • Realizar diagnósticos y evaluaciones psicopedagógicas.

PRINCIPIOS DE LA ORIENTACIÓN

Diversos autores han aportado distintos principios que proponen la Orientación. Por un lado tenemos la clásica propuesta de Miller (1971) que se articula en siete principios que proponen que la orientación:
  • Es para todos los alumnos.
  • Ha de dirigirse a los alumnos de todas las edades.
  • Ha de aplicarse a todos los aspectos del desarrollo del alumno.
  • Debe estimular el descubrimiento y desarrollo de uno mismo.
  • Ha de ser una tarea cooperativa en la que se comprometen el alumno, los padres, los profesores, el orientador y el director.
  • Ha de considerarse como una parte principal del proceso total de educación.
  • Ha de ser responsable ante el individuo y la sociedad.
Por su parte, Rodríguez Espinar (1993) sintetiza en cuatro los principios de actuación que debe contemplar la orientación:
  • Principio antropológico, que se deriva de la fundamentación filosófica y antropológica de la orientación. Se plantea qué es el hombre, qué tipo de hombre pretendemos que llegue a ser el orientado, cuáles son las características del proceso de convertirse en persona y cuáles son las competencias de la orientación en este proceso.
  • Principio de prevención, puesto que se pretende que el orientado supere con éxito los momentos críticos propios de su proceso de evolución y desarrollo antes de que se produzcan efectos negativos. Se propone, por tanto, preparar al orientado para afrontar con éxito los retos que en su maduración se le presenten. Se trata de actuar antes de que se presente una situación conflictiva, para evitar el surgimiento de dificultades o aminorar su presencia.
  • Principio de desarrollo, considerando a los orientandos en un proceso continuo de crecimiento personal en el que la orientación ha de aportar guía, estímulo y apoyo.
  • Principio de intervención social, puesto que no solo ha de ayudar al orientando para que se adapte al medio (escolar, familiar y/o social), sino que pretende hacerlo consciente de las trabas que pueden surgir en ese proceso. Desde esta perspectiva se considera al orientador un verdadero agente de cambio social, que busca cómo modificar el entorno para mejorar el proceso de desarrollo personal de los orientandos.